Así se le podría llamar al recorrido que hicimos por Urbasa. Nuestro único acompañante fue un conejito que pasó fugaz por nuestro lado a toda prisa. No es de extrañar. Invadimos su terreno y probablemente procuraba evitar buitres y demás enemigos alados.
Vaya, parece que de vez en cuando pasan humanoides por aquí....
Vaya, parece que de vez en cuando pasan humanoides por aquí....
Bueno, parece que vuelvo a retomar el blog, saludetes....
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