Mi nombre es...

Nina

Pensareís "oooooooooooh qué mona", y sí, soy monísima



Hace una semana adopté a Ana e Igor y me lo estoy pasando pipa. Ellos piensan que todavía estoy descentrada porque acabo de llegar a sus vidas pero la verdad es que realmente me estoy haciendo, hum, al envoltorio. Me explico. Los gatos somos almas viejas, muy viejas pero aunque somos sabias, al principio nos cuesta hacernos al envase corpóreo. En cuanto pasen un par de días más estaré totalmente operativa.

Ojo, que sea un alma vieja no quiere decir que no me guste jugar. De hecho me han regalado un ratón y ¡¡me lo estoy pasando pipa!!




¡¡Arrrrrrrrrrrgh muere bicho!!


Jojojo...cómo me lo paso volviéndole loca a Koro. No le dejo casi afotarme jejejeje, qué divertido


He estado viendo lo que comentaba antes Aragorn en el post anterior de "Mi nombre es..." y la verdad que no dejo de pensar en la suerte que tenemos. Hemos caido en casas que nos han dado una oportunidad y en la que estamos genial (yo estoy segura de que voy a estar genial).

Mi tiempo se estaba acabando porque era la última de mi camada sin adoptar. Menos mal que aparecieron Igor y Ana... probablemente mi vida hubiese acabado casi sin empezar. Igual mi tardanza en adoptar fue por mi color negro. Sí, ¿os lo podeís creer? Todavía hay prejuicios con respecto a los gatos negros por todo ése rollo de que damos mala suerte. La verdad que los humanos teneís unas ideas un poco raras.

Si estaís pensando en adoptar a un gato (o un perro, que a ellos les pasa igual), que no os frene el color. Nosotras, almas viejas, obviamos todo éso y os vamos a querer seaís como seaís. A nosotras el envoltorio nos da lo mismo.




Y con ésta cara ¿cómo se puede resistir alguien?

Modelos: Nina y una mano de Igor.
Estilismo: ¿Alguien cree que puedo necesitar ayuda estética?
Fotos: Koro


Comentarios