Respirar

Y huir un poco del estrés. Buscando la tranquilidad de no oir más que los sonidos del bosque.

Nada más entrar nos recibió con una alfombra espectacular


Y un ejercito de enanitos nos saludó al pasar ¿no los veís?


Por no hablar del salón con vistas en el que comimos


Aunque lo mejor fue cuando descubrimos a éste señor del bosque (prometo que es uno de los árboles más bonitos que he visto hasta la fecha, la foto no le hace justicia)

El señor




Una súbdita


Y un súbdito


Le dimos las gracias por habernos dejado pasar y él nos regaló unas flores


Lo bueno se acaba, volvemos al terreno del hombre ¿se nota?


No concibo mejor manera de empezar la semana.

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