La verdad que Rotterdam fue una grata sorpresa...Sabíamos que era muy diferente a lo que habíamos visto "gracias" a los bombardeos de la 2ª Guerra Mundial en la que prácticamente todo el Rotterdam antiguo desapareció.
La estación, preciosa...
Pero no por ser moderna les da por dinamitar lo clásico y hacer cosas modernas. Ya podríamos aprender aquí.
El hotel New York, cerca de donde los barcos salían hacia América
Que tenemos un barco que no navega...Pues lo hacemos restaurante con posibilidad de ver actuaciones también. Se comía muy bien, por cierto
El Markthal. Un mercado cubierto con mucho gusto como ya nos estabamos acostumbrados a ver. Curioso que es un mercado pero el edificio tiene pisos con ventanas que dan a la parte a los puestos.
Aqui las ventanas interiores de las que hablaba
Los puestos
Pero lo que más nos llamó la atención fue otra lección magistral de reciclaje. Edificios que estaban en desuso en el puerto antiguo se han reciclado en una zona en la que puedes comprar un poco de todo. Quesos, pan, cerveza y sidra artesana, libros....Nuevamente puesto con mucho gusto. Todo un descubrimiento (gracias Gonzalo, fuiste un guía estupendo).
Lo dicho...Un agradable descubrimiento...
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